De la peor manera el vigente rey de Europa quedó fuera del torneo, con una paliza futbolística de Suiza en el Olympiastadion de Berlín. La Italia de Spalletti nunca compitió y, los octavos de final, fueron la mejor radiografía de su pobrísimo nivel. Freuler y Ruben Vargas hicieron abdicar al peor soberano en años de la Eurocopa.
La selección de Murat Yakin ilusiona con un fútbol vertiginoso, ordenado y efectivo. Con Xhaka, como el amo y señor del mediocampo helvético. Akanji, Fabian Schär y Rodríguez, un granítico triunvirato en defensa y Embolo, Vargas y Ndoye las punzantes dagas en ataque.
El planteamiento del técnico nacido en Basilea desnudó todas las falencias de una Italia frágil, a años luz de lo mostrado en la final de Wembley contra Inglaterra, en 2021. La ‘Azzurra‘ de Spalletti es otro conjunto. Muy diferente al de Mancini. En defensa con Bastoni y Calafiori -hoy Mancini en su reemplazo- nunca dieron seguridad, sino todo lo contario.
Esta escuadra italiana, con un promedio de edad de 26,5 (sexta en el ranking de esta Euro) extrañó el ADN de los defensas de antaño. Si nos apegamos a la nostalgia, desde la pareja Bonucci-Chielini, de la última competición, los transalpinos no han encontrado dignos descendientes de los gladiadores pasados.
‘Arrivederci al Catenaccio‘
En estos momentos que opinarán Maldini, Ferrara, Nesta, Cannavaro, Baresi, Costacurta, Barzagli... de las nuevas camadas de zagueros. En definitiva, algo sucede en las divisiones menores de los principales clubes del país de la bota. El único que salvamos es Calafiori, pero no es ni la sombra de los maestros del ‘catenaccio‘.
Este equipo ‘azzurro‘ con mucha presencia de futbolistas del Bologna e Inter de Milán (los mejores equipos de la última Serie A) deberá replantearse las cosas muy en serio. Con rivales como España, Inglaterra, Alemania, Austria, y la propia Suiza con un sensacional cambio generacional pueden volver a ausentarse, por tercera ocasión consecutiva a una cita mundialista.
